Cuidados Paliativos
Introducción
Los Cuidados Paliativos constituyen un componente esencial de los Sistemas Estatales de Salud al abordar las necesidades de personas con que enfrentan enfermedades potencialmente mortales así como sus familias.
Desde la Coordinación Estatal de Enfermería, resulta fundamental impulsar y fortalecer de manera continua la capacitación del personal de enfermería, con el objetivo de elevar la calidad de los cuidados brindados, garantizar una atención integral centrada en la persona y asegurar la continuidad asistencial a lo largo de todo el proceso de atención, especialmente en escenarios complejos como los cuidados paliativos. Esta formación debe estar orientada no solo al desarrollo de competencias clínicas, sino también al fortalecimiento de habilidades comunicativas, éticas, humanísticas y de trabajo en equipo interdisciplinario.
Este programa debe contemplar al personal de enfermería como agente clave de acompañamiento, evaluación, gestión y coordinación en equipo multidisciplinario de la atención centrada en la persona, su dignidad, su familia y su entorno.
Definición
Los Cuidados Paliativos son el enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales.
Objetivo
Promover la formación continua del personal de enfermería, garantizando la actualización permanente, el fortalecimiento de competencias específicas y el desarrollo de habilidades integrales que les permitan brindar cuidados seguros, éticos, humanizados y basados en evidencia científica.
La línea de acción de enfermería en cuidados paliativos se enfoca en ofrecer una atención integral, continua y humanizada tanto al paciente como a su familia. Su principal objetivo es prevenir y aliviar el sufrimiento, promoviendo la mejor calidad de vida posible durante el proceso de enfermedad. Esto se logra a través del control efectivo del dolor y otros síntomas físicos, así como la atención a las necesidades emocionales, psicosociales y espirituales de la persona.